Por Jeffrey M. Kihien-Palza
Las fundaciones de villas y ciudades realizadas por los españoles en lo que hoy se conoce como Republica del Perú, no se hicieron en parajes aislados y despoblados, por el contrario los españoles tomaron posesión de los antiguos pueblos indígenas y los refundaron con nombres europeos, por ejemplo, Moquegua fue fundado con el nombre de Santa Catalina de Gualdalcazar, santa patrona de la ciudad de acuerdo a ley virreinal, la cual años después no pudo competir contra la novedad de Santa Fortunata, una santa en cuerpo presente, y fue desplazada en las preferencias espirituales cristianas de la feligresía moqueguana. Pero fíjense como el nombre Aymara o Puquina de la ciudad se impuso al nombre español, Moquechua- Moquegua fue y Moquegua será.
El camino Inca que baja de Camata, bordeando el Cerro Baúl y luego el cerro los Ángeles ( la carretera de hoy fue construida sobre el camino inca), continua por la antigua carretera recientemente asfaltada ( ¿a quien se le ocurrió tamaña tontería de asfaltar ese camino milenario, cuanta historia cubierta por el asfalto?), y pasa por los Buenos Muchachos, donde había una parte empedrada, continua por la bodega Valdivia y el Molino de Kuong, continua bajando por la villa y termina en el cerro de San Bernabé, que fue un centro de adoración de los antiguos moqueguanos, es en ese lugar en donde los primeros pobladores españoles fundaron la primera ermita de la ciudad con ese mismo nombre, pues era costumbre sobreponer lo cristiano a las costumbres paganas de los primeros moqueguanos. Años atrás, la misma alcaldía de Moquegua, decidió de un día para otro derrumbar la mitad de la huaca/ ermita, operación demasiado sospechosa al final del gobierno municipal, y mucho mas si uno de los concejales era el mismísimo director del INC de aquel entonces, institución que en teoría protege el patrimonio cultural y decide que es cultura y que es no. Recuerdo claramente a un concejal, parado sobre restos humanos, cerámicas y textiles pre-hispánicos, proclamar “el Cerro San Bernabé es la vergüenza de Moquegua,” “no puede ser posible que los moqueguanos vivan entre cerros,” y lo manifestó con convicción. Supongo que este concejal vivió en las pampas argentinas o estuvo con resaca, porque todas las ciudades de la costa del Perú están construidas en cerros, ¡vivimos en los andes pues! Y con la lógica de ese señor concejal, Suiza, Luxemburgo y California, son también pueblos ignorantes y atrasados porque viven en cerros, y no menciono el Tibet, nuestro adorado Cuzco, La Paz, Santiago de Chile, Bogota, Río de Janeiro (Bellísimo), y aquisito nomás, Arequipa. Bueno, los tractores desenterraron las tumbas de los antiguos moqueguanos, posiblemente tus ancestros y los míos, humanos que alcanzaron el grado de dioses en vida, todo termino en el basural. ¿Y para que?, para que el municipio venda los lotes de terreno, se construyan viviendas y un grifo. Al menos se debió hacer un parque para los moqueguanos. Que tal involución mental por Dios, como dicen que el estado se encarga de cuidar el patrimonio cultural del país por medio de eso que se llama INC, no tiene sentido, y para muestra lo que acabo de comentarles.
El área en donde se encuentra el aeropuerto fue una ciudad pre-colonial. Cuando se iniciaron los trabajos de remoción de material para la construcción de la pista de aterrizaje, los tractores arrasaron con un enorme cementerio, quizás el más grande que Moquegua haya tenido en sus miles de años de existencia. Los cráneos humanos se confundían con las rocas, textiles, restos de de cerámica y toneladas de huesos terminaron nuevamente en el basural. ¿Quién realizó esta obra? El gobierno peruano por supuesto. Es que no tiene sentido que el gobierno sea el dueño absoluto del patrimonio cultural de los antiguos peruanos, ¿por que no tu y yo podemos financiar el estudio de la ciudad de Camata y promoverla globalmente y ganar dinero, generar empleo y conservar la Ciudad Roja que esta desapareciendo.
Las fundaciones de villas y ciudades realizadas por los españoles en lo que hoy se conoce como Republica del Perú, no se hicieron en parajes aislados y despoblados, por el contrario los españoles tomaron posesión de los antiguos pueblos indígenas y los refundaron con nombres europeos, por ejemplo, Moquegua fue fundado con el nombre de Santa Catalina de Gualdalcazar, santa patrona de la ciudad de acuerdo a ley virreinal, la cual años después no pudo competir contra la novedad de Santa Fortunata, una santa en cuerpo presente, y fue desplazada en las preferencias espirituales cristianas de la feligresía moqueguana. Pero fíjense como el nombre Aymara o Puquina de la ciudad se impuso al nombre español, Moquechua- Moquegua fue y Moquegua será.
El camino Inca que baja de Camata, bordeando el Cerro Baúl y luego el cerro los Ángeles ( la carretera de hoy fue construida sobre el camino inca), continua por la antigua carretera recientemente asfaltada ( ¿a quien se le ocurrió tamaña tontería de asfaltar ese camino milenario, cuanta historia cubierta por el asfalto?), y pasa por los Buenos Muchachos, donde había una parte empedrada, continua por la bodega Valdivia y el Molino de Kuong, continua bajando por la villa y termina en el cerro de San Bernabé, que fue un centro de adoración de los antiguos moqueguanos, es en ese lugar en donde los primeros pobladores españoles fundaron la primera ermita de la ciudad con ese mismo nombre, pues era costumbre sobreponer lo cristiano a las costumbres paganas de los primeros moqueguanos. Años atrás, la misma alcaldía de Moquegua, decidió de un día para otro derrumbar la mitad de la huaca/ ermita, operación demasiado sospechosa al final del gobierno municipal, y mucho mas si uno de los concejales era el mismísimo director del INC de aquel entonces, institución que en teoría protege el patrimonio cultural y decide que es cultura y que es no. Recuerdo claramente a un concejal, parado sobre restos humanos, cerámicas y textiles pre-hispánicos, proclamar “el Cerro San Bernabé es la vergüenza de Moquegua,” “no puede ser posible que los moqueguanos vivan entre cerros,” y lo manifestó con convicción. Supongo que este concejal vivió en las pampas argentinas o estuvo con resaca, porque todas las ciudades de la costa del Perú están construidas en cerros, ¡vivimos en los andes pues! Y con la lógica de ese señor concejal, Suiza, Luxemburgo y California, son también pueblos ignorantes y atrasados porque viven en cerros, y no menciono el Tibet, nuestro adorado Cuzco, La Paz, Santiago de Chile, Bogota, Río de Janeiro (Bellísimo), y aquisito nomás, Arequipa. Bueno, los tractores desenterraron las tumbas de los antiguos moqueguanos, posiblemente tus ancestros y los míos, humanos que alcanzaron el grado de dioses en vida, todo termino en el basural. ¿Y para que?, para que el municipio venda los lotes de terreno, se construyan viviendas y un grifo. Al menos se debió hacer un parque para los moqueguanos. Que tal involución mental por Dios, como dicen que el estado se encarga de cuidar el patrimonio cultural del país por medio de eso que se llama INC, no tiene sentido, y para muestra lo que acabo de comentarles.
El área en donde se encuentra el aeropuerto fue una ciudad pre-colonial. Cuando se iniciaron los trabajos de remoción de material para la construcción de la pista de aterrizaje, los tractores arrasaron con un enorme cementerio, quizás el más grande que Moquegua haya tenido en sus miles de años de existencia. Los cráneos humanos se confundían con las rocas, textiles, restos de de cerámica y toneladas de huesos terminaron nuevamente en el basural. ¿Quién realizó esta obra? El gobierno peruano por supuesto. Es que no tiene sentido que el gobierno sea el dueño absoluto del patrimonio cultural de los antiguos peruanos, ¿por que no tu y yo podemos financiar el estudio de la ciudad de Camata y promoverla globalmente y ganar dinero, generar empleo y conservar la Ciudad Roja que esta desapareciendo.
